El universo está vivo e impregnado de subjetividad. Causas y efectos sólo son el mecanismo que utiliza para realizar lo que quiere. Y lo que quiere es vivir y respirar a través de ti.
Para descubrir la verdad sobre esto necesitas relacionarte con el universo como si estuviera vivo. De otra manera, ¿cómo podrías saber que lo está? A partir de hoy, comienza a adoptar los siguientes hábitos:

Habla con el universo.

Escucha su respuesta.

Establece una relación íntima con la naturaleza.

Contempla la vida en todas las cosas.

Condúcete como un hijo del universo.


viernes, 28 de mayo de 2010

No pongas la corona fuera de lugar

Casi todas las mujeres que conozco padecen, en distintos niveles, deficit congénito de la Reina de Saba, un desequilibrio que afecta la comunicación entre el cerebro y el alma. Entre los síntomas de este deficit figuran la distorsión, el desconcierto y la confusión, similares a los que sufren los miembros de las familias reales destronadas que tienen que vivir en el exilio. En otras palabras, son personas que están desorientadas.

Aquellas de nosotras, que sufrimos esta legendaria enfermedad, que va y viene según nuestro estado de ánimo, según nuestros niveles de confianza en nosotros mismos y nuestra fuerza moral, seguimos olvidándonos de quienes somos, colocamos la corona fuera de su lugar.

Cuando perdemos contacto con nuestra auténtica naturaleza, nos resulta imposible crear fronteras que protegan, enriquezcan y mantengan firme nuestro amor propio, que vale su peso en oro. Nos olvidamos de que somos mujeres de primera categoria que intentamos rebajarnos para el resto del mundo con tal de ser aceptadas. Pero si quieres que te admiren, adoren y quieran, deberías resistir.
Una cosa está clara, y es que la Reina de Saba no sentía repulsión por ella misma.

"Lo terrible es fingir que la segunda categoria es la primera categoria. Fingir que no necesitas amor cuando lo necesitas, que te gusta tu trabajo cuando sabes bien que eres capaz de hacer algo mejor. Sólo existe un pecado de verdad, y es convencerte de la segunda clase no es más que la segunda clase" nos recrimina Doris Lessing.

Y tú no eres de segunda. Tú desciendes de un linaje antiguo y sagrado, el de los hijos de la Reina de Saba. Manténte erguida. Amiga, todavía no ha nacido el hombre cuyo amor merezca abandonar el trono.
(Sarah Ban Brathnach)

martes, 25 de mayo de 2010

La unica mujer

La única mujer que puede ser mas mujer....

es la que sabe que el sol para su vida empieza ahora,
la que no derrama lágrimas sino dardos para sembrar la alambrada de su territorio.

La que no se somete a ruegos.
La que opina y levanta su cabeza y agita su cuerpo.
Y es tierna sin vergüenza y dura sin odios.

La que se desprende del alfabeto de la sumisión y camina erguida.
La que no le teme a la soledad porque siempre ha estado sola.
La que deja pasar los alaridos grotescos de la violencia y la ejecuta con gracia.

La que se libera en el amor pleno.
La que ama.

La única mujer que puede ser la única
es la que adolorida y limpia decide por sí misma salir de su prehistoria.

lunes, 24 de mayo de 2010

Ofrendas de amor dignas de una reina

"El rey Salomón tenía trescientas esposas y seiscientas concubinas. Pero sólo hubo una mujer a cuyos pies se postró: la Reina de Saba. Y no era ni esposa ni concubina, era su amada. De modo que, justamente, él le ofreció todo cuanto ella pidió y mucho, mucho más. A cambio, ella se ofreció a sí misma. Y su éxtasis no conoció límites y el amor que sentían nunca los traicionó."

Mi historia de amor preferida es la del Rey Salomón, quienes los antiguos consideraban la persona más sabia del mundo, y la Reina de Saba. Antes de Helena de Troya, antes de Cleopatra, antes de Catalina la Grande, existió la Reina de Saba, la primera mujer con historia. No se sabe demasiado de ella, excepto que era tan encantadora, espléndida y sorprendente que inspiró a Salomón para crear el poema de amor más apasionado jamás escrito: "El Cantar de los Cantares". Eso lo dice todo. De hecho, todo lo que necesitamos saber de la Reina de Saba es que era una mujer tan lista que consiguió lo que otras mil mujeres no fueron capaces de conseguir. Puso a sus pies al rey biblíco más poderoso y sonrió hasta el final.

Pero ¿cómo logró hacerlo exactamente? Mostrando su fuerte y glorioso yo auténtico, al igual que Salomón. Ella lo sabía, él lo sabía, y de forma sutil pero infalible ella jamás dejó que lo olvidara. Fué la primera mujer que no se doblegó ante él. Ella sabía quien debía recibir adoración.
Así que probablemente, lo miró a los ojos, le dedicó una sonrisa sabia y astuta y luego se dió la vuelta para alejarse contoneándose a esperar las ofrendas de amor en su tienda. Dejó que Salomón le diera todo lo que quería y mucho, mucho más, incluso antes de que ella se entregara a él. ¿Por qué?
La Reina de Saba sabía la felicidad que podía aportar a la vida de Salomón. Quería ver si él merecía su amor. Deseaba comprobar hasta qué punto él podía intensificar su vida, antes de permitirle entrar en ella.

La Reina de Saba anhelaba su alma gemela: quería un compañero que la considerara su igual en todos los aspectos, intelectual, emocional y apasionadamente. Había estado sola durante demasiado tiempo, pero seguía siendo la Reina de Saba y no se conformaba con algo menos que un igual. Sabía que, para una mujer, había algo peor que estar sola; tener un compañero que no te merece y no saberlo.

¿Estaba Salomón a su altura? Fuera rey o no, debía ponerlo a prueba.

La Reina de Saba era una mujer muy generosa. De hecho se la conocía por ese rasgo: su pueblo vivía bien y por ello la adoraban. La primera vez que llegó a la Corte del Rey Salomón, le trajo los objetos más peciosos del mundo como muestra de aprecio. El rey quedó impresionado con su generosidad.
Sin embargo, ella no quería regalos materiales de Salomón, pues ya lo tenía todo. Quería ver si el hombre más sabio del mundo sabía lo que una mujer quería en realidad: regalos envueltos en sensibilidad. Amor incondicional, desinterés, apoyo, lealtad, entusiasmo, atención, cuidados, dedicación, pasión, constancia, cariño, primacía emocional. Estos eran las ofrendas de amor dignas de una reina.

En el instante en que el Rey Salomón se fijó en la reina de Saba, supo que no había otra mujer igual en todo el mundo.Y, en calidad de hombre, y no sólo como rey más importante del mundo, quería que ella fuera para él y sólo para él. Y como él era un igual sabía lo que tenía que hacer aunque no lo hubiera hecho nunca. Debería abrirle su corazón y anteponer la felicidad y el bienestar de la reina a los suyos, en cualquier situación.
Tendría que descubrir que cosas le encantaban a ella para poder satisfacerla. Salomón sabía que él estaba a la misma altura apasionada y generosa de la reina, y así lo demostaría. Compartió con ella su fruta y su vino preferidos, escogió personalmente flores e incienso aromáticos, paralizó los asuntos de Estado para pasar tiempo con ella, la entretuvo cuando el reino no podía esperar.

Para aquellas de nosotras que buscamos algo más, reflexionar sobre los regalos considerables, talentos y la sabiduría d la Reina de Saba puede ser una provechosa fuente de inspiración.
Ella sabía que cuando un hombre nuevo entra en tu vida- ya sea rey o carpintero- si no coincide con tu generosidad de espirítu ni cubre tus necesidades emocionales, nunca seréis felices.

Cuando tú misma has construido una base sobre una consciencia de abundancia, y el objeto de tu afecto tiene una base de carencia, los dos siempre os sentiréis frustrados y chocaréis constantemente.
No importa nada más. Ni vuestros signos zodiacales, ni la forma en que te hace reir, ni los besos que hacen que te desvanezcas.
Si ambos no sois generosos, abiertos y dos iguales en el plano emocional, siempre tendrás la impresión de que no recibes el amor que te mereces, y tendrás razón.

(Sarah Ban Brathnach)

"La mujer que se valora poco, hace la vida más difícil al resto de la mujeres". (Nellie McClung)

Escúchame niño


"Escúchame niño
cuando crezcas
no permitas que nadie
para convertirte en hombre de provecho
te borre el brillo de tu mirada"

Del blog "Toro salvaje"
Imagen Alma Tadema

sábado, 22 de mayo de 2010