
derramándolo libremente, la mujer sabia
sacia primero su propia sed.
La mujer sabia es como una madre; trae
al mundo el bien y el mal. La mujer sabia
es neutra; abre sus brazos a toda la gente.
El Tao es como la mujer sabia; está libre de
desviación y permanece equilibrado.
Cuanto más da, más tiene. Cuanto más se
habla de ella, menos se la entiende.
Ella permanece centrada y equilibrada.
El Tao de la mujer.